martes, 23 de marzo de 2010

Comunicado - AEE

Acerca de la propuesta de reestructuración del Instituto de Investigaciones Económicas de la UES (INVE)

En el contexto de la realidad actual nacional y mundial se hace necesario el análisis y la explicación científica de las causas, previo a buscar la solución, del porqué del comportamiento de determinados fenómenos económicos-sociales que ocurren en nuestra sociedad, ésta debe ser una labor primordial del quehacer universitario permanentemente.
Ciertamente el INVE ha perdido mucho terreno en la ejecución de dicha labor. Esto responde a muchas causas y no es posible vincularlo a una sola, como se ha hecho muchas veces ligándolo a cuestiones financieras o administrativas.
En este sentido, la Junta Directiva de nuestra facultad estableció el inicio del proceso de reestructuración del INVE a finales del año pasado, a partir de las recomendaciones que elaboraría una comisión ad hoc. Si bien la propuesta que dicha comisión ha elaborado no es definitiva, tampoco se excluye la posibilidad del carácter vinculante que pueda tener, dada la ausencia de propuestas alternativas.
En nuestra opinión, dicho proceso no puede –ni debe- seguirse postergando. Pero, a la vez, no compartimos la propuesta ni la metodología. Primero, en tanto que la propuesta pretende procurar al INVE una función pasiva en el terreno científico y convertirlo en un intermediario de información. En efecto, los lineamientos que han sido propuestos se resumen en que el INVE adopte un core business –como si de una empresa se tratara- basado “en la eficiente gestión de una red de conocimientos y de alianzas estratégicas; complementado por una efectiva [¿no será “eficiente”?] gestión de recursos y apoyos de distinta naturaleza”. Como “red de conocimientos” no se entiende precisamente la gestión de los conocimientos generados por el Instituto mismo, puesto que luego se añade que dichas actividades “no exonera[n] al INVE de acometer por sí mismo determinadas investigaciones estratégicas”.
Esto es coherente con las líneas de acción establecidas por los organismos financieros internacionales para el desempeño de las instituciones estatales. De hecho, bajo la lógica neoliberal, el aparto del Estado debe asumir tareas que faciliten el funcionamiento del mercado, tales como la “eficiente gestión de información requerida por los agentes económicos, de modo que se faciliten los intercambios comerciales y financieros”.
La Visión y la Misión propuestas dicen, literalmente:
Visión: Constituirse en un ente con un alto nivel de credibilidad y confianza, y “fuente obligada” de consulta para la comunidad académica y los diferentes usuarios e interesados en sus servicios; como producto de la calidad y eficacia de sus actividades.
Misión: Organizar una eficaz red de recursos académicos, y expertise profesional que permita ofrecer información y conocimiento de alta calidad y credibilidad; constituyéndose en un contribuyente estratégico de la mejora continua de la actividad académica universitaria.
Como puede observarse, en ambos casos se parte de una visión empresarial; además, quedan en el aire muchas cuestiones: se dice que el INVE ofrecerá información, pero no se dice de qué carácter, con qué orientación, con qué finalidad. En cuanto a la Misión, se establece que debe ser “Organizar recursos…”, cuando debería ser “Generar conocimientos…”.
Al parecer se ha olvidado que la credibilidad y confianza o la calidad y eficiencia que se obtenga de las investigaciones es un resultado del peso científico que éstas puedan tener, por lo que fundamentalmente su naturaleza debe ser la de generar conocimiento científico, la de buscar darle explicación a las causas de los fenómenos económicos que se presentan, para luego ejercer la acción práctica de búsqueda de soluciones y propuestas sustentables en el largo plazo para cambiar una determinada realidad.
En segundo lugar, dicha propuesta ha dejado de lado las inquietudes del sector estudiantil, así como también ha trasladado la evaluación de un organismo con fines científicos-académicos hacia una instancia cuyo conocimiento de las ciencias económicas –tanto más de la Economía- es cuestionable, y este carácter se transmite integro hacia la propuesta que ha sido presentada.
Por tanto, la propuesta de reestructuración del INVE tergiversaría los objetivos de dicho organismo, puesto que la función de investigación quedaría subsumida a las de divulgación y traspaso de información. Ciertamente, dentro de una estrategia de información eficiente a nivel económico y social, podrían incluirse programas de difusión de los conocimientos. Pero ese no es el rol fundamental del INVE, incluso podría recaer en otro organismo de la facultad y/o de la universidad. La tarea del INVE es la realización de investigaciones de corte económico-social: lo demás –incluso la divulgación- parte de ella. Además, dicha propuesta no se corresponde con el carácter de nuestra Alma Mater, que se debe a la sociedad y no al mercado.
Consideramos, luego del análisis de la propuesta, que ésta no es la vía más afortunada para lograr una reestructuración del INVE. Tanto más cuanto que representa una visión acrítica, unilateral, no enmarcada en las necesidades de la sociedad o de la ciencia económica.
Creemos que para reestructurar un organismo como el INVE es necesario, primero, establecer objetivos para el INVE coherentes con los objetivos de la economía como ciencia, desde una visión crítica, en el marco de las necesidades económico-sociales de la población y atendiendo a la especificidad histórica de la economía mundial y nacional.

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