lunes, 4 de octubre de 2010

Evaluación de Coyuntura. Primer Semestre 2010. II

Sector Externo y Política Comercial

Daris Omar Argueta

Flujos Comerciales

Los efectos de la crisis económica internacional se hicieron sentir sobre el sector externo de la economía salvadoreña a partir del año 2009, en el cual el país entró oficialmente en recesión[1]. El gráfico adjunto muestra que durante casi todos los meses de 2009 las exportaciones de bienes y servicios fueron inferiores que los valores registrados para igual período de 2008; no es sino hasta diciembre 2009 que las exportaciones tuvieron un crecimiento positivo en la comparación punto a punto, este último comportamiento marca un punto de inflexión en los flujos de exportaciones. No obstante lo anterior, si bien las exportaciones crecieron en lo que va del presente año, éstas no han superado los valores registrados para 2008, lo que hace que la recuperación en el sector externo aún sea débil e incipiente en comparación al período pre recesivo.

Fuente: elaboración propia con datos del Banco Central de Reserva de El Salvador.

Las importaciones por su parte disminuyeron en mayor proporción que las exportaciones durante el año 2009 (-24.8% en promedio anual frente a -15.6%); hay que decir que si bien tal comportamiento permitió reducir la brecha comercial en casi 32% para 2009, esto se debe a la gran reducción de las importaciones y no a un incremento en los flujos exportables los cuales, como ya se vio, disminuyeron. El gráfico anterior muestra que las importaciones alcanzaron sus valores mínimos en los meses de abril y agosto de 2009, meses que coinciden con períodos festivos, por lo cual disminuyen tanto las importaciones de bienes de consumo y las de bienes intermedios, dentro de éstos últimos, son los bienes que demanda la industria de la construcción los que más contribuyeron a esa reducción de la demanda por importaciones.

Durante 2009 las importaciones alcanzaron su máximo valor en el mes de noviembre en el cual incrementaron los rubros de Bienes de Consumo, Bienes Intermedios y Bienes de Capital, decreciendo únicamente las importaciones de maquila; este brusco incremento en la demanda por bienes importados obedeció a las necesidades de reconstrucción del país debido a los efectos negativos causados por la tormenta tropical Ida.

Por otra parte, durante los primeros 7 meses del año en curso las importaciones han crecido en relación a 2009, sin embargo, las cifras aún son menores que las registradas en 2008. Este leve crecimiento de la demanda de importaciones tiene a su base una combinación de dos aspectos: por un lado, la recuperación en los bienes de consumo -acercándose y en algunos meses superando los niveles pre recesión-, lo cual está relacionado con cierto repunte en el precio del barril de petróleo; por otro, un bajo dinamismo en los flujos de bienes intermedios, bienes de capital y de maquila, que aún siguen lejanos a los niveles de 2008. Este último aspecto muestra que las actividades productivas en el país no están teniendo igual desempeño que el consumo de bienes y servicios.

Remesas familiares y desempleo hispano

El impacto de la crisis económica sobre los ingresos de remesas familiares comenzó a experimentarse desde el tercer trimestre de 2008, manteniendo una trayectoria decreciente hasta el primer trimestre de 2009 en consonancia con el incremento en la tasa de desempleo hispano en los Estados Unidos de América, ésta última variable alcanzó para inicios de 2009 la barrera de los dos dígitos para situarse en 10.1%. En el comparativo punto a punto, las remesas familiares decrecieron durante los cuatro trimestres de 2009 en relación a 2008; en el mismo período, la tasa de desempleo hispano osciló entre el 10% y el 13%. Vale decir que las disminuciones experimentadas en los ingresos por remesas familiares afectan a la economía nacional más que todo por la vía del consumo, pues muchas de las familias que reciben este tipo de transferencias las utilizan para suplir sus necesidades básicas y realizar otros gastos, en su mayoría de carácter improductivo.

Fuente: elaborado en base a datos del Banco Central de Reserva y del Bureau of Labour Statistics.

Durante los dos primeros trimestres del presente año las remesas han tenido un incremento en relación a 2009 pero no así con respecto a 2008; esto ocurre en momentos en los que la economía estadounidense ha comenzado a recuperarse, empero, el desempleo hispano continúa siendo alto y de hecho, algunos economistas consideran que la economía estadounidense podría entrar en una segunda recesión[2].

A cuatro años del CAFTA-DR, ¿Qué es lo que hay?

El primero de marzo del año en curso se cumplieron cuatro años de entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio entre Centroamérica, República Dominicana y Estados Unidos, mejor conocido como CAFTA-DR, por lo cual es menester analizar por lo menos someramente- los efectos que éste ha tenido en la economía salvadoreña. En términos comerciales el CAFTA-DR no ha traído los tan anunciados aumentos sustanciales de exportaciones y, más bien estas han disminuido mientras que los flujos de importación se han acrecentado, con lo cual el déficit comercial con USA aumentó en un promedio de 42% entre 2006 y 2009 inclusive (cuadro 1).

Cuadro 1: Resultados comerciales y de inversión a cuatro años del CAFTA-DR.

Fuente: Informe de Comercio Exterior, I-2010.

La caída en las exportaciones tiene a su base una enorme reducción en las exportaciones de maquila hacia USA, lo cual se explica por la finalización del Acuerdo Multifibras[3] con lo que desde el 1 de enero de 2005 las maquilas chinas tiene una mayor presencia en el mercado estadounidense-y en muchos otros-. Este punto evidencia la falta de competitividad de las empresas maquileras radicadas en El Salvador y por lo tanto el fracaso de la estrategia neoliberal de inserción internacional de la economía por la vía de la maquila. Los sectores nacionales que han sido beneficiados por el CAFTA-DR son los de productos tradicionales, hay que recordar que aquí se ubican los cafetaleros y los ingenios azucareros que aunado a los beneficios del CAFTA-DR han aprovechado la coyuntura favorable de los precios internacionales de estos productos. Otras exportaciones que se dinamizaron con el CAFTA-DR son las de productos étnicos tan promovidas por el anterior y también por el actual gabinete comercial-.

En cuanto a número de empresas exportadoras como de productos exportados, el CAFTA-DR ha favorecido un proceso de concentración de capital, pues en el período de vigencia de dicho acuerdo ha incrementado de manera significativa tanto el número de productos con exportaciones mayores de $500,000 anuales como aquellos con ventas inferiores a dicha cifra, mientras que el número de empresas exportadoras en ambos segmentos ha disminuido (ver cuadro 1).

Fuente: elaboración en base a Revista trimestral del BCR, varios números.

Por otra parte, de no haber ocurrido la crisis económica global en 2009 puede afirmarse que el déficit comercial con los Estados Unidos se habría profundizado aún más, pues la crisis provocó una leve recuperación de éste indicador, pero puede decirse que dicho comportamiento es más bien transitorio y no responde al crecimiento que ha venido mostrando el déficit comercial con USA en los últimos años. De hecho, en el segundo trimestre del presente año se observa que el déficit comienza a recuperar su tendencia creciente (gráfico 3).

La inversión extranjera directa (IED) por su parte ha registrado un ligero incremento en el período de vigencia del CAFTA-DR, este comportamiento sin embargo, se explica en parte por la venta de la banca nacional a la banca transnacional, lo cual de por sí no constituyó nueva inversión y además no son flujos monetarios destinados a actividades productoras de bienes materiales.

Pero el punto más importante en materia de inversiones y CAFTA -y del CAFTA en general- no está precisamente en la dinámica de los flujos netos de IED, sino mas bien en los impactos que acarrea para nuestro país un acuerdo de esta naturaleza como marco jurídico que subsume los intereses del Estado a los intereses de los inversionistas extranjeros pertenecientes “a una de las partes” –generalmente la más poderosa- firmantes del acuerdo. Son ya muy conocidos los dos casos de multimillonarias demandas internacionales que enfrenta el Estado salvadoreño por haber negado permisos de explotación minera a dos empresas que se amparan en el CAFTA para demandarlo por “expropiación indirecta” artilugio jurídico este que sirve para asfixiar las ya apretadas finanzas públicas de países subdesarrollados.

Pero la minería metálica solamente es una pieza del eslabón de inversiones que interesan a USA, pues la minería forma parte de una amplia red de proyectos que “dada su magnitud financiera y de impactos socioeconómicos, ambientales y culturales que provocan son denominados megaproyectos de inversión[4], dentro de los que destacan las represas hidroeléctricas, las mega carreteras, Cutuco Energy y Puerto La Unión. Aunado a esto, el CAFTA brinda a las empresas extranjeras la posibilidad de participar en la prestación de servicios públicos. Entonces, puede decirse que los principales intereses estadounidenses en El Salvador al firmar el CAFTA se concentran en las inversiones y no tanto en el comercio de mercancías materiales[5].

La firma de nuevos acuerdos comerciales: continuidad de las políticas comerciales neoliberales.

En mayo del presente año el gabinete comercial salvadoreño suscribió un nuevo acuerdo comercial, esta vez con la Unión Europea (UE); tal acuerdo “se diferencia” en teoría del marco típico de un TLC porque incorpora un pilar de diálogo político y otro de “cooperación para el desarrollo” que complementan al tratado comercial propiamente dicho. No obstante, el Acuerdo de Asociación (AdA) UE-Centroamérica no es más que otro TLC que viene a imponer la forma de inserción internacional que deben tener los países centroamericanos.

Como se sostuvo en el editorial de la revista Bocetos Económicos, los beneficiarios del AdA por parte de El Salvador serán grupos y agentes poderosos como Grupo Calvo -que lleva años extrayendo fauna marina de aguas salvadoreñas-, el sector azucarero, alguna producción no tradicional de exportación y el sector cafetalero -el cual, inclusive al principio salía perjudicado por la forma en que se determinaría el origen de las mercancías-. En la parte afectada aparece el agro y la agroindustria de lácteos, la cual de hecho ya está solicitando que se revisen los términos del AdA o que de lo contrario tomarán acciones de protesta al respecto[6].

En otro punto, USA y la UE tienen una cuestión en común al firmar un TLC con Centroamérica, cual es el cambio del régimen mundial de comercio, que ha pasado de regirse teóricamente por el Principio del Trato Especial y Diferenciado a la aplicación del Principio de reciprocidad [7].

Ante este último aspecto vale la pena cuestionarse: si tanto la UE como USA son tan condescendientes para contribuir al “desarrollo” de Centroamérica, ¿Por qué amenazan a ésta última con eliminar los beneficios de la ICC y el SGP plus en caso de que no suscribiera los TLC que ellos proponían?

En todo caso, lo que puede afirmarse es que el AdA es una continuación de las políticas comerciales neoliberales a favor de la acumulación internacional de capital, las cuales han discurrido por el marco de los PAE-PEE[8] que propugnaban por una reinserción vía producción no tradicional, luego avanzaron mediante el régimen multilateral establecido con la Organización Mundial de Comercio para llegar, finalmente, al estado en que se encuentran actualmente, cual es el marco de los acuerdos bilaterales, regionales y subregionales.

De momento, lo que queda es esperar que la Asamblea Legislativa no ratifique el AdA, en segundo lugar, que por lo menos den a conocer con anticipación el texto de dicho acuerdo y que se haga una evaluación exhaustiva y crítica del mismo, tomando como base los nefastos resultados del CAFTA. Mientras tanto, el gabinete comercial continúa con la misma política de suscripción de TLCs al tener unas ya avanzadas negociaciones entre el CA-4[9] y Canadá y la perspectiva de negociar un TLC entre Centroamérica y Perú.

Referencias

Fuentes Bibliográficas

FESPAD. Informe Final de Investigación: Vulneración de los Derechos Económicos, Sociales, Culturales y Ambientales (DESCA), de la Población de Territorios donde se realizan Proyectos de Inversión Pública o Privada y Mecanismos de Participación Ciudadana para su Defensa en El Salvador. 2010.

BCR. Revista Trimestral. Varios números. 2006-2010.

MINEC. Informe de Comercio Internacional IV Trimestre 2009.

Torrelli, Claudia. Nicaragua y el AdA: acceso a mercados y el caso de los agro combustibles, en: Acuerdos de Asociación Unión Europea- América Latina: ¿Socios Privilegiados o Tratados de Libre Comercio? FUNPADECA. 2010.

Sitios Web

http://www.bcr.gob.sv/

http://www.bls.gov/

http:// http://www.laprensagrafica.com/

http://www.minec.gob.sv/


[1] Se dice que una economía está en recesión cuando el PIB registra variaciones negativas al menos durante dos trimestres consecutivos.

[2] Uno de los principales defensores de esta afirmación es Paul Krugman, premio nobel de economía en 2008.

[3] Fue establecido en 1974 para regular el comercio global de productos textiles y de confecciones. Mediante tal acuerdo Canadá, USA y la UE imponían cuotas de importación de textiles; éste instrumento se utilizó más que todo para frenar la fuerte competencia de las exportaciones chinas.

[4] FESPAD, (2010). Informe Final de Investigación, 2010.

[5] Ello es así cuanto más porque el Estado salvadoreño realizó un proceso de desgravación arancelaria y supresión de impuestos y otros obstáculos al comercio exterior hace casi veinte años, por lo que el país no tiene mucho que negociar en el acápite que se relaciona con el acceso a mercados.

[6] Quintanilla L. Competencia de la UE preocupa a sector lácteo. LPG 2010. Septiembre 17, Secc. Economía.

[7] Torrelli, Claudia (2010). Nicaragua y el AdA: acceso a mercados y el caso de los agro combustibles, en: Acuerdos de Asociación Unión Europea- América Latina: ¿Socios Privilegiados o Tratados de Libre Comercio? FUNPADECA, 2010. Muy atinadamente la autora denomina a este aspecto “la quintaesencia del régimen comercial mundial”.

[8] Programas de Ajuste Estructural y Programas de Estabilización Económica respectivamente.

[9] Compuesto por El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua.