Comunicado - AEE

Acerca de la propuesta de reestructuración del Instituto de Investigaciones Económicas de la UES (INVE)

En el contexto de la realidad actual nacional y mundial se hace necesario el análisis y la explicación científica de las causas, previo a buscar la solución, del porqué del comportamiento de determinados fenómenos económicos-sociales que ocurren en nuestra sociedad, ésta debe ser una labor primordial del quehacer universitario permanentemente.
Ciertamente el INVE ha perdido mucho terreno en la ejecución de dicha labor. Esto responde a muchas causas y no es posible vincularlo a una sola, como se ha hecho muchas veces ligándolo a cuestiones financieras o administrativas.
En este sentido, la Junta Directiva de nuestra facultad estableció el inicio del proceso de reestructuración del INVE a finales del año pasado, a partir de las recomendaciones que elaboraría una comisión ad hoc. Si bien la propuesta que dicha comisión ha elaborado no es definitiva, tampoco se excluye la posibilidad del carácter vinculante que pueda tener, dada la ausencia de propuestas alternativas.
En nuestra opinión, dicho proceso no puede –ni debe- seguirse postergando. Pero, a la vez, no compartimos la propuesta ni la metodología. Primero, en tanto que la propuesta pretende procurar al INVE una función pasiva en el terreno científico y convertirlo en un intermediario de información. En efecto, los lineamientos que han sido propuestos se resumen en que el INVE adopte un core business –como si de una empresa se tratara- basado “en la eficiente gestión de una red de conocimientos y de alianzas estratégicas; complementado por una efectiva [¿no será “eficiente”?] gestión de recursos y apoyos de distinta naturaleza”. Como “red de conocimientos” no se entiende precisamente la gestión de los conocimientos generados por el Instituto mismo, puesto que luego se añade que dichas actividades “no exonera[n] al INVE de acometer por sí mismo determinadas investigaciones estratégicas”.
Esto es coherente con las líneas de acción establecidas por los organismos financieros internacionales para el desempeño de las instituciones estatales. De hecho, bajo la lógica neoliberal, el aparto del Estado debe asumir tareas que faciliten el funcionamiento del mercado, tales como la “eficiente gestión de información requerida por los agentes económicos, de modo que se faciliten los intercambios comerciales y financieros”.
La Visión y la Misión propuestas dicen, literalmente:
Visión: Constituirse en un ente con un alto nivel de credibilidad y confianza, y “fuente obligada” de consulta para la comunidad académica y los diferentes usuarios e interesados en sus servicios; como producto de la calidad y eficacia de sus actividades.
Misión: Organizar una eficaz red de recursos académicos, y expertise profesional que permita ofrecer información y conocimiento de alta calidad y credibilidad; constituyéndose en un contribuyente estratégico de la mejora continua de la actividad académica universitaria.
Como puede observarse, en ambos casos se parte de una visión empresarial; además, quedan en el aire muchas cuestiones: se dice que el INVE ofrecerá información, pero no se dice de qué carácter, con qué orientación, con qué finalidad. En cuanto a la Misión, se establece que debe ser “Organizar recursos…”, cuando debería ser “Generar conocimientos…”.
Al parecer se ha olvidado que la credibilidad y confianza o la calidad y eficiencia que se obtenga de las investigaciones es un resultado del peso científico que éstas puedan tener, por lo que fundamentalmente su naturaleza debe ser la de generar conocimiento científico, la de buscar darle explicación a las causas de los fenómenos económicos que se presentan, para luego ejercer la acción práctica de búsqueda de soluciones y propuestas sustentables en el largo plazo para cambiar una determinada realidad.
En segundo lugar, dicha propuesta ha dejado de lado las inquietudes del sector estudiantil, así como también ha trasladado la evaluación de un organismo con fines científicos-académicos hacia una instancia cuyo conocimiento de las ciencias económicas –tanto más de la Economía- es cuestionable, y este carácter se transmite integro hacia la propuesta que ha sido presentada.
Por tanto, la propuesta de reestructuración del INVE tergiversaría los objetivos de dicho organismo, puesto que la función de investigación quedaría subsumida a las de divulgación y traspaso de información. Ciertamente, dentro de una estrategia de información eficiente a nivel económico y social, podrían incluirse programas de difusión de los conocimientos. Pero ese no es el rol fundamental del INVE, incluso podría recaer en otro organismo de la facultad y/o de la universidad. La tarea del INVE es la realización de investigaciones de corte económico-social: lo demás –incluso la divulgación- parte de ella. Además, dicha propuesta no se corresponde con el carácter de nuestra Alma Mater, que se debe a la sociedad y no al mercado.
Consideramos, luego del análisis de la propuesta, que ésta no es la vía más afortunada para lograr una reestructuración del INVE. Tanto más cuanto que representa una visión acrítica, unilateral, no enmarcada en las necesidades de la sociedad o de la ciencia económica.
Creemos que para reestructurar un organismo como el INVE es necesario, primero, establecer objetivos para el INVE coherentes con los objetivos de la economía como ciencia, desde una visión crítica, en el marco de las necesidades económico-sociales de la población y atendiendo a la especificidad histórica de la economía mundial y nacional.

Propuesta de la comisión de reestructuración del INVE

CONSIDERANDO QUE:

Por mandato de Junta Directiva en Acuerdo No. 30, tomado en Sesión Ordinaria No. 003-2009, del 13/11/09, el cual establece que: “se inicie la reestructuración del INVE; y que se elabore su plan de desarrollo y el perfil de los investigadores”, la Comisión nombrada para tal efecto ha considerado conveniente: i) formular un marco general, o filosófico, que fundamente esa reestructuración; ii) la misma ha sido concebida como una re-conceptualización de la naturaleza, propósitos, y roles esenciales de la entidad en cuestión; iii) también consideró importante definir con suficiente precisión las funciones fundamentales de la “Dirección del INVE”, en el marco de esa re-conceptualización; iv) ante un eventual nombramiento, o ratificación, de la actual Dirección; se consideró oportuno que, en primer lugar, la persona elegida se adhiera a ese “marco filosófico”, y que con base en el mismo presente, junto con sus atestados profesionales, el correspondiente “Plan de Acción” o programa orientador de sus actividades, incluyendo un perfil de los investigadores, u otros recursos humanos críticos para la entidad; v) la Comisión podría continuar colaborando con las instancias decisoras para que el nombramiento de esa Dirección se haga de la manera más transparente, eficaz, y racional, logrando así los correspondientes propósitos.

Expresado lo anterior, la Comisión solicita respetuosamente lo siguiente: i) que luego de las correspondientes deliberaciones, se adopte el marco filosófico que la misma Comisión está proponiendo, con el propósito de orientar la naturaleza, fines, y roles fundamentales del INVE; así como su organización básica; ii) que decida oportunamente ya sea, la confirmación de la actual Dirección, previa adhesión a ese marco y presentación del correspondiente plan de acción; o que abra un concurso para la correspondiente selección y eventual nombramiento.

Firman los integrantes de la Comisión.

MARCO FILOSÓFICO Y DE CARÁCTER GENERAL

La investigación en el campo académico constituye una función esencial para la vida universitaria y la formación superior. También, complementa los otros ejes estratégicos, constituidos en la Docencia y la Proyección Social. De esta manera se pretende formar profesionales con capacidad innovadora y transformadora, en un ambiente de colaboración multidisciplinaria, y con una sólida inclinación hacia la solución de los grandes problemas de nuestra sociedad. Y únicamente así, la universidad revela en toda su magnitud su rol relevante y de contribución al desarrollo económico y social de nuestro país.

1. RECONCEPTUALIZANDO EL ROL DEL INVE

Modernamente, incluso actividades tan complejas y sofisticadas, como la innovación y la R&D, son funciones que las empresas ya están tercerizando, o acometiendo mediante alianzas estratégicas. Esta nueva forma de operar se basa en las existentes redes de conocimiento y en la economía de la colaboración. Esta misma otorga la base para evitar el síndrome de que “lo no inventado aquí no sirve”, o el pretender “reinventar la rueda”. Por ello, el INVE quizás podría ser más efectivo y relevante si adoptara como su core business, o funciones más sustantivas, la eficiente gestión de una red de conocimientos y de alianzas estratégicas; complementado por una efectiva gestión de recursos y apoyos de distinta naturaleza. Lo anterior no exonera al INVE de acometer por sí mismo determinadas investigaciones estratégicas y de relevancia crítica.

2. RECONCEPTUALIZANDO EL ROL DE LA DIRECCIÓN DEL INVE

Esa Dirección, como cualquier otro rol de liderazgo principal de una entidad, debe clarificar con mucha precisión las funciones fundamentales. Por lo tanto, con base en lo anterior se pueden adelantar las siguientes orientaciones: i) La Dirección del INVE debe constituirse en la gestora y líder de una red de información amplia, eficaz, y altamente productiva, tendiente al acopio de los diversos recursos requeridos para cumplir con la Misión institucional; ii) organizar vínculos interinstitucionales dentro de esa red, incluyendo los necesarios “apoyos políticos”, consensos, y acuerdos de buen entendimiento que toda organización necesita disponer para facilitar esa misión; iii) definir y establecer las correspondientes cultura, valores, y buenas prácticas; incluyendo un ambicioso y desafiante código de ética y desempeño profesional para sus integrantes, iv) garantizar que todo el personal académico y administrativo bajo su dirección asimile genuinamente lo antes expresado y lo incorpore como parte de su práctica cotidiana; v) organizar eficientemente las actividades bajo su dirección velando por la racional asignación y uso de los recursos, activos y talentos encomendados. Establecer las correspondientes estrategias, políticas operativas, estándares y criterios de evaluación del desempeño institucional, y el de los diferentes “socios organizacionales”, o empleados de la entidad. Así mismo, diseñar e implementar políticas que garanticen la óptima articulación de la Docencia y Proyección Social, con la Investigación.

3. VISIÓN Y MISIÓN DEL INVE

• VISIÓN: Constituirse en un ente con un alto nivel de credibilidad y confianza, y “fuente obligada” de consulta para la comunidad académica y los diferentes usuarios e interesados en sus servicios; como producto de la calidad y eficacia de sus actividades.

MISIÓN: Organizar una eficaz red de recursos académicos, y expertise profesional que permita ofrecer información y conocimiento de alta calidad y credibilidad; constituyéndose en un contribuyente estratégico de la mejora continua de la actividad académica universitaria.

4. SELECCIÓN Y CONTRATACIÓN DEL PERSONAL ACADÉMICO

El INVE deberá establecer un cuerpo básico y variado de investigadores, y docentes- investigadores, integrando en un proceso de “fertilización cruzada” a jóvenes talentosos, junto con los más experimentados, provenientes de diversas disciplinas; a tiempo parcial o completo, y con los mejores atributos académicos. Particularmente, garantizar una genuina vocación hacia el trabajo académico, una elevada calidad profesional; y la posesión de los valores correspondientes a la actividad científica. También, para evitar una perniciosa “endogamia”, promover un activo enfoque multidisciplinario que garantice un alto nivel de calidad, relevancia e impacto de las correspondientes tareas. Una entidad externa, verdaderamente creíble y competente, deberá participar en la selección de los candidatos a los cargos sustantivos más relevantes. Con base en lo anterior, sugerimos el siguiente perfil general de los investigadores: i) poseer un título universitario otorgado por una entidad de incuestionable prestigio académico, preferentemente en las áreas de las ciencias económicas; ii) demostrada capacidad e inclinación por la tarea científica; iii) dedicación integral y exclusiva a sus actividades; o en su defecto, no ejercer tareas similares en otras instituciones; iv) comprobada adhesión a los valores y comportamientos inherentes a la tarea científica y al ambiente académico; v) no mayor de cincuenta años, y el requerido estado de salud general correspondiente a ese tipo de actividades.

5. ORGANIZACIÓN Y FUNCIONES OPERATIVAS

El INVE, por su propia naturaleza, deberá constituirse en un modelo de eficiencia organizacional y efectivo funcionamiento. Para ello, deberá limitar al mínimo aquellas funciones que otorgan escaso Valor a su core business, o las que de hecho lo destruyen; concentrándose intensamente en funciones puramente académicas y aquellas que verdaderamente fortalezcan sus propósitos institucionales. Para ello, el Director deberá establecer la organización más adecuada a esa visión y misión, incluyendo un breve pero sustantivo manual de estrategias, políticas, principios operativos, buenas prácticas institucionales; así como criterios para evaluar el desempeño institucional y el de sus integrantes. Pero particularmente, diseñar un sistema de incentivos, evaluación del desempeño y remuneraciones que promueva los máximos resultados.

En esta función, el INVE podrá contar con una instancia colegiada de carácter asesor, “Consejo Consultivo”, integrado por personas que hayan demostrado un genuino interés en su fortalecimiento institucional. Esas personas deberán ejercer su cargo ad honorem, y ejercerlo de manera responsable o desinteresada. Particularmente, deberían integrarse todos los Directores de las Escuelas y Programas de Maestrías, la Dirección de Proyección Social, y un Representante de la Junta Directiva.

POLÍTICAS, ORIENTACIONES Y NORMAS GENERALES

· El INVE deberá constituirse en el ente que dentro de la Facultad se especialice en la crucial tarea de gestionar el conocimiento y el talento humano; siendo que esto es el verdadero capital intelectual y más importante activo de la Facultad;

· En la misma línea, deberá hacer viva y cristalizar la misión académica de la Facultad, la cual consiste en vincular rica y productivamente la docencia, la proyección social, y la investigación;

· Su rol será signado por un concepto más amplio de lo que constituye la actividad de investigación y científica. De tal manera que esta actividad forme parte cotidiana y omnipresente de todos los miembros que integran la Facultad;

· El INVE continuará realizando por sí mismo determinadas investigaciones, pero en su rol de gestor del conocimiento también deberá articular los ricos y diversos talentos y capacidades, quizás ocultas o soslayadas, de tal manera que promueva una verdadera cultura académica y de investigación en que todos podamos participar con la misma responsabilidad;

· Las Escuelas y Programas de Maestrías no pueden exonerarse de cumplir igualmente tareas de esta naturaleza; pero mayormente deberán cristalizar en el acto pedagógico los insumos de investigación que el INVE proporcione a través de los diversos mecanismos que haya implementado;

· El INVE deberá ser pionero y líder en el uso y difusión de nuevas tecnologías en el campo de la enseñanza; y particularmente impulsar el aula virtual y las redes de conocimiento y colaboración. Para difundir y dar a conocer sus actividades también deberá hacer uso óptimo de todos los recursos de conocimiento e intelectuales existentes en el mundo virtual;

· Finalmente, aprovechar la selección de los investigadores para realizar un “inventario de talento humano”, relativamente joven y con los atributos óptimos para refrescar, fertilizar, y enriquecer el cuerpo de investigadores del INVE. Particularmente entre jóvenes recién egresados.

· El “Consejo Consultivo” que se ha propuesto, podría asumir las siguientes funciones básicas: i) articular las relaciones del INVE con las Escuelas y Maestrías, de forma bidireccional; ii) conocer y avalar los planes y actividades estratégicas del INVE; iii) conocer y avalar sobre los criterios de selección del personal académico e investigadores del INVE; iv) apoyar al INVE en sus propósitos y legitimar sus decisiones; v) evaluar periódicamente su desempeño general.